La soja proporciona numerosos beneficios para la salud. Es una adición interesante a nuestra dieta, pero el consumo excesivo, especialmente en forma de leche de soja, puede tener consecuencias y efectos secundarios.
Las bebidas a base de plantas se han vuelto muy populares en estos días. Entre ellas, la leche de soja se destaca, ofreciendo beneficios como mantener los niveles de colesterol, controlar el azúcar en sangre, ayudar en la pérdida de peso, mejorar la circulación, respaldar la recuperación muscular, hidratar y fortalecer el sistema inmunológico. Claramente, es un buen alimento cuando se consume con moderación, pero ¿qué sucede si se exagera? Vamos a explicarlo.
Los peligros del consumo descontrolado de leche de soja pueden ser varios. A veces, cometemos el error de pensar que, porque es un alimento saludable, podemos consumirlo en exceso. Esta idea es incorrecta, por lo que ciertos alimentos requieren moderación. La leche de soja es uno de esos alimentos y debe consumirse en cantidades moderadas.
Uno de sus componentes son los fitoestrógenos, que pueden aumentar la densidad ósea, beneficiando a quienes padecen osteoporosis y reduciendo el riesgo de cáncer de ovario. Pero, ¿qué sucede si hay un exceso de este componente en el cuerpo? Puede actuar de manera similar a los disruptores endocrinos, interfiriendo en los efectos de las hormonas sexuales humanas (estrógenos).
Además, las personas más jóvenes pueden experimentar otras consecuencias: pérdida temporal de fertilidad, pérdida de masa muscular y una reducción en la calidad del semen. Por lo tanto, el consumo excesivo de leche de soja puede aumentar los niveles de fitoestrógenos y llevar a ciertos resultados negativos.
La leche de soja contiene ácido fítico, clasificado como un antinutriente, que puede absorber minerales y provocar el desarrollo de la osteoporosis.
En este sentido, otro peligro de la leche de soja es el hipotiroidismo subclínico. No se recomienda para personas con problemas de tiroides. También está relacionado con la obesidad, así como la falta de energía y fatiga física, debido a que los fitoestrógenos absorben yodo y otros componentes esenciales como el magnesio.
En resumen, estos son algunos de los principales riesgos del consumo excesivo y descontrolado de leche de soja. Al igual que con otros alimentos, es aconsejable consumirlo con moderación y en pequeñas cantidades para evitar problemas de salud relacionados con el exceso en este producto.
Esta información no debe reemplazar el diagnóstico o la prescripción de un médico. Es importante consultar a un especialista cuando aparezcan síntomas de enfermedad y evitar la automedicación.